En tiempos revueltos, el autor hace unas reflexiones desde otros puntos de vista, partiendo de la base de que nada es para siempre. Tal vez la crisis no solo sea eso, una crisis más, sino un punto de inflexión para replantearnos qué somos y adónde vamos, y hacer un análisis de nuestra trayectoria, tanto a nivel personal como colectiva que, aun siendo poco exigentes, nos puede llevar a conclusiones interesantes, pues con tan solo seguir la lógica podemos tener otra perspectiva en torno a lo que pueda significar la vida. En esta obra se plantea una fórmula para acceder a la evolución, de la que, sin duda, somos parte esencial, pero que con la visión materialista que nuestra sociedad en su conjunto tiene inculcada, principalmente por la ciencia, no deja, o no nos dejan, ver más allá. Es hora de ser más, sentir más y pensar menos. Los pensamientos corresponden a la mente, y esta a nuestra parte más material, la más influenciable. El sentimiento está en un plano más sutil donde la información fluye de dentro.